Las manchas en la piel

 L  as manchas en la piel del rostro tienen un impacto negativo en la vida social de mujeres y hombres que sienten por este motivo alterada su calidad de vida. Luego del verano esas manchas se acentúan y oscurecen, constituyendo una preocupación importante en quienes las padecen.

Manchones amarronados relativamente amplios y difusos en la frente, nariz, mejillas y alrededor de la boca en dermatología reciben el nombre de Melasma. Si bien los hombres también pueden verse afectados es diez veces más común en el sexo femenino.

Existen factores que predisponen y son responsables de la aparición de manchas: genética, exposición al sol, el embarazo, pastillas anticonceptivas, alteraciones hepáticas, cambios hormonales, ciertos medicamentos y cosméticos que irriten la piel.

En numerosos casos, sobre todo en pieles más oscuras, las manchas aparecen luego de una lastimadura, irritación o inflamación de la piel. Los dermatólogos denominamos a este tipo de reacción con el nombre de pigmentación postinflamatoria y se presenta a menudo luego de lesiones de acné, depilación, golpes o picaduras. 

Cada año luego del verano los pacientes con manchas oscuras en la piel se preguntan cómo pueden mejorar el aspecto de las mismas.

La respuesta al tratamiento varía según la localización del pigmento en la piel. El melasma puede ser epidérmico (superficial), dérmico (profundo) o mixto, según la ubicación en profundidad donde se encuentre el pigmento. Cuanto más superficial esté, mejor responderá al tratamiento.

Para mejorar las manchas el dermatólogo diseñará un programa de tratamiento acorde a las características de la piel del paciente (tipo de mancha, sensibilidad y coloración de la piel).

El otoño y el invierno son las mejores estaciones para realizarlo ya que disminuye la intensidad de la radiación ultravioleta y los tratamientos pueden ser más fuertes, mientras que en primavera y verano se eligen preferentemente tratamientos mas suaves y preventivos, también muy eficaces ya que evitan nuevas manchas o exacerbación de las ya existentes.