Tratamientos con electrodos

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Los tratamientos con electrodos, tienen su origen científico en la electricidad. Las personas que sufren de bursitis crónica debilitante entienden exactamente cómo puede llegar a ser esta enfermedad. Como las lesiones de edad que tienden a ceder con el tiempo.

En la mayoría de los casos, lo que se sacrifica es la calidad de vida de la persona, como las actividades que antes disfrutaban sin limites y que luego tienen lugar la inflamación y el dolor.

Los tratamientos con electrodos en la bursitis puede proporcionar alguna medida de alivio de los síntomas asociados con esta enfermedad tan frustrante.

El tratamiento con electrodos se ha utilizado con cierto éxito en la lucha contra la bursitis través de la terapia física.

 

Como trabaja?

Se trata de una corriente eléctrica que se aplica directamente sobre la zona afectada durante un periodo de tiempo que varía entre los veinte y los cuarenta y cinco minutos. A través de esta terapia, la etapa inicial de la inflamación aguda de la bursitis puede ser reducida drásticamente. Además de aliviar la inflamación durante la primera etapa, se ha demostrado que el tratamiento con electrodos actúa en beneficio de la segunda etapa de la bursitis.

Durante la segunda etapa, se forman adherencias en y alrededor de la bolsa, lo que resulta en un rango reducido de movimiento en la articulación. Sin embargo, utilizando electrodos aplicados con el voltaje adecuado, aumenta gradualmente durante veinte a treinta y cinco minutos, la amplitud de movimiento se puede mantener o restaurar.

La efectividad de los tratamientos con electrodos para la bursitis depende de qué tan pronto se comience el tratamiento después de que la aflicción se desarrolle. Para ilustrar esto, los individuos que comenzaron el tratamiento dentro de los tres o cuatro días de detectada la dolencia, se pudieron curar completamente en unas cuantas sesiones de terapia física.

Por otro lado, aquellos que esperaron más tiempo, es probable que ingresen en una etapa más crónica de la enfermedad. De ahí que se recomiende que aquellas personas a las que se les haya diagnosticado bursitis deban recibir tratamientos con electrodos en cuanto desarrollen los síntomas.

En general los tratamientos con electrodos para la parte posterior se puede administrar por medio de diferentes formas de onda y frecuencias. El más común es la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea TENS, que utiliza frecuencias ajustables y la corriente alterna. Los otros tipos son de corriente interferencial, que es similar a la ENET, pero puede penetrar la piel más profundamente, y finalmente la estimulación galvánica, que utiliza corriente directa.

Los tres tipos de electroterapia pueden ser administrados por un médico o en la casa por el paciente. El paciente puede controlar la intensidad y frecuencia de la terapia. Con la corriente interferencial, ENET, el paciente puede elegir la estimulación de alta o de baja frecuencia.

Tratamientos sin dolor

La alta frecuencia de estimulación se puede tolerar durante horas, pero se obtiene un período más corto de alivio del dolor en comparación con el tratamiento de baja frecuencia. Sin embargo, la baja frecuencia de estimulación puede resultar incómoda ya por lo general se tolera sólo por veinte a treinta y cinco minutos.

En el caso de los tratamientos con electrodos con corriente interferencial, también se utiliza la estimulación de alta frecuencia, pero puede penetrar la piel más profundamente en comparación con electricidad transcutánea, TENS. Los dispositivos que utilizan corriente interferencial son más caros que las unidades de electricidad transcutánea, en el caso de los tratamientos con electrodos con estimulación galvánica, si un dolor de espalda, por ejemplo, es causado por un daño tisular importante, la estimulación galvánica es la más efectiva que se puede aplicar y supera el alcance de la electricidad transcutánea.

Esta terapia trabaja mediante el uso de una corriente directa, en lugar de corriente alterna y de esta manera reduce la inflamación y promueve una mejor circulación. Además de las aplicaciones de los tratamientos con electrodos para los dolores de enfermedades se pueden encontrar muchas aplicaciones en el ámbito de la estética, este tipo de tratamiento con electrodos ayuda a la reducción de grasas en el cuerpo de los pacientes. La finalidad en muchos de los casos es de refuerzo a otros tratamientos a los que se someten los pacientes, en general es un complemento de terapias anticelulíticas.

En los tratamientos con electrodos para eliminar la celulitis, conocida vulgarmente como piel de naranja, se realizan varias sesiones de lipodrenaje, uso de ondas rusas, dinamic y electroporacion o mesoterapia sin agujas. Por lo general el tratamiento con electrodos comprende tres fases y como consecuencia se producen efectos complementarios.

En primer lugar ocurre la lipólisis que es la destrucción de los lípidos y como consecuencia su posterior eliminación, luego es el tensor de piel estimulando las microfibrillas colágenas y elásticas, esto genera una mejor apariencia de la piel. Finalmente la tercera fase es la tonificación muscular con una contracción isométrica en forma secuencial, constante y en sentido centrípeto.